martes, 1 de junio de 2010

Breve interpretacion psicohistorica rotteriana del Tahuantinsuyo

Antes que nada no se me ocurrió un titulo más corto, la segunda aclaración seria: espero que Rotter no se este revolviendo en su cripta por lo que voy a hacer.

El imperio del Tahuantinsuyo se originó en el Alto Perú y luego se expandió por todo el centro y la costa de Sudamérica, llegan al ombligo del mundo y proponen a Cusco como su capital.
Durante la conquista de los territorios vecinos, los quechuas imponían su poder político pero no eliminaban la cultura de los derrotados, esto originó la formación de varios exogrupos dentro de todo el imperio, consolidando un imperio fracturado por las diferencias intergrupales, no se afianza el endogrupo.


Debido que los pueblos conquistados no tienen libertad están a merced del Tahuantinsuyo, operaban bajo un locus de control externo. Para recuperar su libertad que les fue arrebatado durante las conquistas, los pueblos conquistados tuvieron el potencial de necesidad de independencia, al no poder independizarse solos pasan a tener un potencial de necesidad de protección, recibiendo un reforzador extranjero, los españoles. Los ibéricos aprovecharon la guerra interna entre Huascar y Atahualpa para minar más en la ya fracturada sociedad inca.
La conquista del Tahuantinsuyo se debió básicamente a que los españoles recibieron ayuda de los distintos exogrupos (huancas, chancas, chimus, etc.) dentro del imperio, con el afán de obtener la libertad.

Trecientos años duró el locus de control externo.

sábado, 6 de febrero de 2010

Cafeína

Vierto el agua en la taza, 1 cucharada de café y 3 de azúcar. Abro el tabloide y me dispongo a leer los suplementos dominicales, tomo asiento para realizar la faena de manera cómoda.
Mis ojos se entretienen en la editorial, entretanto mis dedos danzan con la cuchara.
Primer sorbo.
Mano derecha voltea la página, mano izquierda baja la taza.
Se crean olas negras dentro de mi boca al saborear mi dulce adicción, mi garganta es abrazada por aguas cálidas.
Segundo sorbo.
Mano derecha voltea la página, mano izquierda revoluciona el café de forma horaria.
Llego a la sección de desempleados en busca de mejoras económicas que agobian mi vida social, encontrando propuestas que no me satisfacen.
Tercer sorbo.
Mano derecha voltea la página, mano izquierda martilla la cuchara contra la taza.
La cafeína hace un tour por mi sistema nervioso, acelerando mis movimientos y pensamientos. Se me hace tarde para ir a la universidad, dejo la taza en la mesa, me levanto de mi silla y enrumbo para la casa de estudios.
Mi pie izquierdo persigue al derecho, en un carrera donde la meta es la bodega: "1 lata de café, por favor".