jueves, 7 de julio de 2016

Tec en el Perú: Experiencia peruana de la doctrina del shock

Durante mi etapa en Pregrado de Psicología recuerdo haber mantenido una discusión con un profesor acerca de la terapia electro convulsiva (TEC). Para ese entonces mi concepto de TEC provenía de las películas de terror donde se retrataban a los pacientes que sufrían este “cruel” procedimiento a manos de un científico loco. Omití los manuales técnicos e investigaciones científicas de manera imprudente, lo que derivó a que me enfrentara sin herramientas a un profesional con experiencia y todos los conocimientos técnicos. Y perdí. Olímpicamente.  Sus últimas palabras fueron las que me impactaron: “Sr. Shimabukuro, si va a criticar tiene que mostrar evidencias y pruebas concretas, no cojudeces”. Él tenía razón. A partir de este dialogo, investigue el tema encontrando información que despejó todo velo de ignorancia. La TEC es efectiva en pacientes depresivos severos y totalmente segura llevando a cabo la administración previa de relajantes musculares y anestesias de acción corta. La concepción de práctica salvaje fue derrumbándose con el devenir de la verdad.
Un ejemplo de "practica salvaje"

Al seguir indagando me topé con un dato escalofriante. En el año 2004, la Asociación Pro Derechos Humanos (APRODEH) en conjunto con Mental Disability Rights International (MDRI) realizó una investigación teniendo como foco los derechos humanos en pacientes peruanos de salud mental. Mi atención se dirigió en el uso impropio de la TEC, donde se narraba su aplicación sin anestesias ni relajantes musculares por los profesionales del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado – Hideyo Noguchi. Esta irresponsabilidad podría ocasionar fracturas óseas, condiciones médicas adversas y en el peor de los casos la muerte. El psiquiatra encargado relató que el uso impropio de la TEC era sustituto de los medicamentos debido a su elevado costo. Según su declaración, se desprende que considera que hizo lo correcto para poder administrar los medicamentos, a pesar de las graves consecuencias que puedan llegar a tener sus pacientes.

Futuro shockeado





De la misma manera como el psiquiatra del Noguchi usó indebidamente la TEC, Milton Friedman postuló firmemente libertad de mercado sin intervención del estado. Sin embargo, Friedman no piensa en las consecuencias que puede acarrear la desregulación del mercado. Para ello Friedman se vale de la Doctrina del Shock, término acuñado por Naomi Klein para aludir a los mecanismos que ayudan a implantar políticas económicas de corte neoliberal. Pero esta doctrina necesita de inestabilidad social para que se pueda ejecutar con total fluidez. Esta inestabilidad puede ser generada por desastres naturales como fue en el caso del Huracán Katrina en Nueva Orleans o por conflictos internos como fue la Chile de Pinochet. Ante esta inestabilidad, la confusión social es generalizada y se aprovecha este momento de debilidad para promulgar reformas económicas. A pesar de tener estas condiciones paleadas para la reforma económica, se puede añadir a la mezcla la tortura como medio para la implementación total de las reformas.

Un caso análogo al chileno fue el peruano en la década de los noventa. Si hacemos un poco de memoria podemos recordar los siguientes datos. Por ese entonces gobernaba Alberto Fujimori, se vivía con una hiperinflación heredada por la gestión de Alan García y grupos subversivos como Sendero Luminoso y el MRTA habían declarado la guerra al estado. Estas condiciones sociales eran condimentos perfectos para que la doctrina del shock ingrese con facilidad al Perú. Y síque lo hizo.

Corría el año de 1990, Alberto Fujimori gana las elecciones a Mario Vargas Llosa sin un plan de gobierno claro. Durante la campaña electoral, Fujimori prometió no aplicar el shock económico, el cual consistía en la devaluación del inti, una fuerte disciplina fiscal y la apertura total del mercado y desregularización del mismo, generando la privatización estatal a gran escala. Él era reacio a la aplicación del shock, pero la presión por parte del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Fondo Monetario Internacional fueron preponderantes a la aplicación de las políticas económicas del consenso de Washington. Posteriormente a sus reuniones en Tokio, decide aplicar el shock prescindiendo de su equipo económico liderados por Santiago Roca y remplazándolo por Juan Carlos Hurtado Miller, quien era colega y hombre de confianza de Fujimori. El 8 de Agosto de 1990, Hurtado Miller hace oficial el shock quedando en la memoria colectiva su frase de despedida “Qué Dios nos ayude”. Al día siguiente las personas deambulaban sin rumbo, no había transporte público, las tiendas cerradas y los precios subieron de manera desmesurada. Los más afectados fueron los pobres y la clase media. No hubo subsidio alguno para el alimento y tampoco aumento salarial. El shock aplicado al Perú fue sin “anestesia” alguna, fue un TEC impropio.

Genial Alvaro Portales
Los resultados del shock se vieron reflejados con el control de la inflación y la estabilidad económica mediante la inserción de la economía peruana al mercado internacional. La estabilización económica tardo 37 meses (desde agosto de 1990 hasta setiembre de 1993) y trajo consigo consecuencias graves como el debilitamiento de los sindicatos y los derechos laborales, desregularización del mercado, eliminación de subsidios y libertad total a los bancos para controlar sus tasas de intereses, siendo Carlos Boloña el responsable del cambio de modelo económico. Sin embargo, la institucionalización del modelo neoliberalista se dio anteriormente con el autogolpe del 5 de Abril del 92. El autogolpe fue una herramienta más para la instalación y perpetuación del gobierno de Fujimori y por consiguiente del modelo económico. A pesar del total rechazo por parte de los actores políticos, el autogolpe tuvo aceptación popular a consecuencia del éxito de las reformas económicas y al miedo hacia las fuerzas subversivas en especial a Sendero Luminoso.

Sumado a políticas neoliberales, el autogolpe trajo consigo mecanismos legales para mantenerse en el poder. Con el apoyo de las fuerzas armadas y la ausencia de congreso se empieza la estructuración del estado a través de Decretos Ley elaboradas desde el SIN. Los cambios más importantes fueron la modificación radical de la legislación antiterrorista y la eliminación práctica de la independencia de poderes con la finalidad de garantizar impunidad por parte de los agentes del estado en crímenes de lesa humanidad. Esto con el objetivo de poder perseguir a los opositores del gobierno utilizando la represión y la tortura como herramientas. En el caso peruano, el grupo Colina fue responsable directo de los crímenes de lesa humanidad. Masacres como las ocurridas en Barrios Altos y La Cantuta y los asesinatos de Pedro Huilca y Pedro Yauri demuestran el nivel de crueldad con la que operaban. El secuestro no fue ajeno a su accionar y el conocido “Pentagonito” fue lugar donde se apresaba y torturaba a los opositores del gobierno. Casos como los del empresario Samuel Dyer y el periodista Gustavo Gorriti son los más conocidos. Todas estas operaciones tuvieron como autores intelectuales a la dupla Alberto Fujimori y su asesor Vladimiro Montesinos. Años después, el 14 de Setiembre del 2000 para ser precisos, los por entonces congresistas del FIM Luis Ibérico y Fernando Olivera develan el primer “vladivideo”, iniciando así la caída del fujimontesinismo. Dieciséis años han pasado desde la caída de Fujimori, pero el modelo neoliberal que impusieron sigue vigente, con popularidad y gozando de buena salud.

Teniendo en cuenta lo mencionado sólo queda referir que el Perú, al igual que Chile, también pasó por una doctrina de shock agresiva, que remeció tanto económica, social y políticamente. Los defensores del fujimorismo minimizan y en el peor de los casos niegan los crímenes de lesa humanidad por parte de Alberto Fujimori, con el fin de defender su gestión y el modelo económico neoliberal que impuso. Socialmente evidencia popularidad debido al clientelismo que generó durante su gobierno, siendo recordado como el vencedor del terrorismo y la hiperinflación. Sin embargo, el shock dejó una consecuencia bastante grave y es la ampliación de la brecha entre ricos y pobres. Durante el shock económico, los mayores perjudicados fueron pobres los cuales terminaron por agravar y empeorar su condición socio económica por el recorte presupuestal de los programas sociales. La otra cara de la moneda fueron los empresarios y bancos que se beneficiaron con la liberación financiera sumado a la desregularización del mercado, traduciéndose a lucro desproporcionado generado por el modelo neoliberal.

¿?
Cabe mencionar los posibles casos regionales. El ejemplo de Argentina se evidencia en la actualidad. A los cuatro meses de entrar al gobierno ya implemento políticas neoliberales resultando en un alza de precios de los productos, de la misma manera se espera un alza en el desempleo. Solo el tiempo nos dirá el destino del pueblo argentino. En condiciones semejantes se encuentra Venezuela, el cual auguro un futuro shock. El FMI pronostica un 700% de inflación para Maduro y sus compatriotas, el cual los sitúa en condiciones aptas para la aplicación del shock.

Luego de esta reflexión sólo me queda la siguiente duda ¿Qué hubiese pasado si no se aplicaba el shock en el Perú? Lo más probable es que no hubiera tenido esa discusión con mi profesor. Seguiría con la concepción fílmica del TEC. Es una pregunta casi imposible de responder.